Tenemos en Alemania a un pulpo la mar de majo. Mira si es majo que, gracias a él, España ha llegado a la final del campeonato del mundo (un país en estado catatónico cuando ya tenemos campeones del mundo en innumerables disciplinas, pero aquí, pan y fútbol), se que no es por un pulpo, pero da la impresión de que así ha sido.
El ilusionista diciendo que le darán la nacionalidad española. Rajoy alabando las bondades del cefalópodo, no se quien más diciendo que lo deberíamos traer a España y tratarlo como a un rey (espero que, en tal caso, no se declare la república mientras el bicho siga vivo). Y, en fin, una sarta de gilipolleces a cuenta del pulpo. De Paul. Don Paul. Y dudo mucho que sea para que nos parezcan más graciosos, nada más lejos de la realidad. A El Ilusionista (si eres nuevo o nueva, este es Zapatero) le preguntaron por la crisis y se puso a hablar del pulpo y de que estaba de demasiado buen humor como para responder a esa pregunta. Bravo presidente. Bravo. A Rajoy le preguntaron por este de la Diputación de Alicante, y lo mismo. Bravo Rajoy, bravo. Y aquí llegamos a la retrasada mental (y profundamente) de la Ministra de medio ambiente (rural y de no se que más, que dispendio de pintura en los carteles...), a quien sí que le preguntaron por el pulpo. Y ella, ha contestado. Que si debería cuidarse al bicho, que si merece tener una vida tranquila y morir por longevidad (teniendo en cuenta que tiene dos años y medio largos y un pulpo en cautividad vive a lo sumo tres años...). En fin, la sarta de hipocresías más grandes que he escuchado de su boca.
Esta señora es la que, supuestamente, ha de cuidar de los animales, las plantas... En fin, todo lo que es el medio ambiente. Que no es moco de pavo, aunque le demos poca importancia. Sin árboles, se acabó el oxígeno. Sin animales, todos vegetarianos. Pero si no hay árboles, poco durarán los vegetales. A ver como nos las arreglaríamos. Y esta señora, ahora, como es su deber, se preocupa por la buena salud de Paul, nuestro nuevo mejor amiguito del alma. Pero... Vaya, aquí los pulpos los "pescamos" (no es pesca como tal, pero bueno), los colgamos en perchas, los dejamos colgar al sol y nos los comemos. En Galicia, los hacen deliciosos. En Asturias o Euskadi, tres cuartos de lo mismo (no he tenido el place de visitar Cantabria). Pero, igual que se preocupa la amiga Ministra de medio ambiente y blablabla, se ha despreocupado del sufrimiento de, veamos... ¿Qué bicho conoces que sufre antes de ser matado? Suele ser negro, tiene cuernos, vive en dehesas (el que tiene esa suerte) y corren delante de la gente. Ah, y son asesinos de toreros. Pero que cabrones los toros. No es que no haya que prohibir las corridas de toros, es que deberían haber más, deberíamos ir a las dehesas y matarlos a todos. ¡¡¡Que sufran los cabrones!!!
Pero no. Esta mujer, pasa olímpicamente del tema. Se aseguran de que el toro entre sano a la arena para que el ¿espectáculo? sea tan espectacular como sea posible. Vaya por dios. Pero, he aquí la mayor de las hipocresías, en cuanto a lo que a los animales se refiere, de este país. Sacad la pandereta que empieza el espectáculo.
Cada dos por tres, vemos, sea en San Fermín, cuando empieza la temporada en una u otra plaza, exhibiciones de señoras y señores desnudos que se pintan de rojo para protestar contra el vil asesinato de unos animales. Vil asesinato del que, además de los ademases (¿a que nunca habías visto esa expresión? Pues ya la has visto) son partícipes muchas otras personas que pagan por ver tan horrendo espectáculo. Más los que lo ven por la televisión. Ay la tele, nuestra fiel compañera de viaje, amiga que consuela nuestras penurias...
Pero siguiendo con estas protestas, con las que estoy totalmente de acuerdo en el contexto en que son realizadas, les falta algo. No sólo es gente española la que se despelota contra el ¿noble? ¿¿¿ARTE??? del toreo. Hay gente de muchos países. Y adelante. Si estás en desacuerdo con algo, siempre que cumplas la normativa vigente de cada estado, nación o ciudad, puedes protestar por ello. Sea lo que sea. Menos si es a favor de terroristas, claro. Estoy en total desacuerdo con esa gentuza (gentuza de la que ya hablaremos), pero... ¿Qué hay de la libertad de expresión? Que les jode a las víctimas del terrorismo, ok. Si a mi hijo lo atropella un coche, ¿dejaré de ir en coche? ¿Vomitaré cada vez que vea un coche? Lo dudo. A quien culparé, será a quien le haya atropellado, siempre y cuando haya sucedido por culpa de quien conducía, nunca al copiloto. Pero en fin, estado de derecho lo llaman (o de desecho como dice el otro).
A lo que iba, que acabaré aburriéndote. Las corridas son muuuuy malas. Prohibamos el toreo. Sangre, dolor, asesinato, sufrimiento. Sí. Ahora bien... Toda esa gente que tanto se alarma por este tema... ¿Se ha parado siquiera un segundo en pensar un poco? ¿Acaso el único animal que sufre es el toro? No trato de defender al torero ni a quien ama el toreo, pero joder, esos animales viven como dios. O, bueno, viven de puta madre. Dios no se si existe, ya os contaré cuando me muera. Los toros viven "a cuerpo de rey" durante uno, dos, tres años. Hasta que los llevan a la plaza, media hora de jodienda y mueren.
Ahora piensa en sus congéneres, las vacas. Las que nos dan leche primero. Quitando algunas granjas, granjas de verdad, el resto viven hacinadas, viven en cinco o seis metros cuadrados a lo sumo. Ven como les cae la comida, cogen, mastican, engullen, pasa por un estómago, por otro, por otro... Finalmente digieren la comida, aprovechan los nutrientes y, ahora que te ha entrado hambre, lo cagan y mean todo. ¿Dónde? En el sitio donde duermen, donde comerán mañana, y pasado y al día siguiente. Y les sacan la leche, claro, que para eso están. Sin ver la luz directa del sol, sin conocer en su vida lo que es un prado, sin poder pastar, sin ni siquiera tener relaciones sexuales ni ver otra cosa que barrotes, alguien que les da de comer (y, si es medianamente humano, darles alguna caricia) y nada más. Hasta que mueren. Pero esto no sale en la televisión.
¿Y las otras vacas? Las que nos comemos. Que bien rico que está el solomillo, o el chuletón. Y tanto. Estas vacas nacen, crecen, se reproducen y con RAID, esto... O bien siendo colgadas en cadena con una especia de garfio que les clavan debajo de la mandíbula, o bien con descargas eléctricas, mueren y no desaparecen. Nos las comemos. Antes las hemos visto en las estanterías del super. Ya puedes decirle a tus hijos (e hijas Bibiana, e hijas...) que han visto una vaca. O muchas de ellas. A cachos, pero las han visto. Aunque les explicas que lo del toreo es un asesinato, ¿tienes los cojones de decirles lo que ven en las estanterías del super sin recurrir al suave nombre de "ternera"? Ya sabes que no. En fin, estas vacas viven como las lecheras, pero peor. Dentro de lo que cabe, las lecheras son cuidadas para que den leche en cantidad y de calidad. Las vacas de engorde, las que nos comemos, son alimentadas para eso, para engordar. Como las ocas en Francia que nos dan ese riquísimo foie. Comer para ser comidos. Ni más ni menos.
O los pollos (y pollas Bibiana... Ah, que no, en este caso no traducimos, ok, mensaje captado). Recientemente se ha aprobado una ley a nivel europeo que "humaniza" un poco la estancia de los pollos antes de ser asesinados. Aunque bueno, les llamamos pollos para que, igual que hacemos con las vacas y la ternera, no nos de asco al llamarlos gallos o gallinas. Con esta ley, se obliga a que las granjas avícolas tengan una media de no se cuantos kilos de gallo por metro cuadrado. Con dos cojones. Una ley para humanizar su vida, pero los tratas como mera mercancía. Bravo. Estos animales no ven la luz del sol, sólo comen. Ven la luz, sí, de bombillas que nunca se apagan, para que no dejen de comer. Comida altísimamente rica en agua, para que engorden lo antes posible. No ven nada más que eso. Una gran nave, llena de gallos, comida que cae, agua que sale de a saber donde y nada más. El suelo lleno de su propia mierda. Y luego nos los comemos.
Y las gallinas ponedoras. Este es mi ejemplo preferido. Si el toro es torturado durante media hora y es un asunto de estado en España y en algunos otros países extranjeros, no se como cojones aún podemos comer huevos de gallina que no sean de gallina que vive en una granja abierta, cuyos huevos se recogen a mano cada día con sumo esmero en no molestar a las gallinas en su hábitat. Imagina que eres una gallina. Bien. Acabas de salir del huevo, lo primero que vas a conocer en tu vida, es el dedo de alguien entrando en tu ano para saber si eres macho u hembra. ¿Te ha gustado? Eres hembra, gallina. Al saco de la derecha. Te llevan a una enorme sala. Veamos que es lo que te vas a encontrar. Muchas bombillas en el tejado y jaulas. Muchísimas jaulas. Por supuesto, una de ellas lleva tu nombre. O bueno, ni eso. Hay una libre y ahí que te llevan. Y ves como tienes un cacharro donde no para de manar comida. De otro comida. Joder, el puto paraíso, ¿no crees? Espero que en tu visualización sea primavera, porque en invierno o verano, nada de aire acondicionado o calefacción. Pero algo empieza a extrañarte. Hay gallinas más viejas que tú. De todas las edades. ¿Qué hacen aquí? Seguro que sólo están aquí cuando llega la hora de dormir, un tercer grado. Una lástima, la de enfrente te cae bien. Pero hay cosas más extrañas todavía, ha pasado mucho tiempo, muchas horas, muchos días y sigues viendo a las mismas gallinas. Pero no duermen. ¿Son tontas? ¿No saben que es la hora de dormir? Vaya, tú tampoco has dormido ni un segundo en los últimos seis días. Seguramente a alguien se le olvidó apagar la luz. Bueno, no pasa nada. Puedes aguantar.
Ya estás creciendo, tus plumas cambian de color. No mucho, la falta de luz solar, el exceso de luz artificial no permite que las proteínas necesarias coloreen tus plumas. Pero eres positiva, en cuanto salgas fuera serás la más bella de las gallinas. Hostias, ¿qué es eso? Algo raro en tu abdomen, te molesta... Empujas y notas como sale un huevo de tu útero. FELICIDADES, ERES MADRE. Oh, vaya, que el huevo se cae. Acabas de perder a tu primer hijo. Estás triste, no entiendes lo que ha pasado. Se suponía que tú debías cuidar de ese huevo, incubarlo y hacer de él un gallo (o gallina) de provecho. Mañana sucederá lo mismo. Te entristecerás de nuevo. Al cabo de un mes ya te dará lo mismo, pura rutina. Comer, beber, poner un huevo. Mear, cagar, dormir encima de ello. Ups, no. ¿Dormir? Tú no sabes lo que es eso. Lo tuyo no es un tercer grado, es una pena de muerte.
Y así estarás, sin dormir. En teoría deberías haber vivido como seis o siete años como poco, pero tú no. Si cumples dos años, ya podrás darte con un canto en el pico. Aunque pocas piedras encontrarás. e hecho, ni siquiera podrás buscar. Estás encerrada, hasta que mueras. No eres más que una máquina que da un producto. Pero en tu caso, no hay ni que echar monedas. Finalmente, te mueres. Con un año y ocho meses de vida. No sabes lo que es conseguir cerrar los párpados más de dos minutos seguidos. No sabes lo que es dormir. No sabes lo que es el descanso. Nunca has dormido. Ahora tienes toda la eternidad para hacerlo. Y esperas que, al menos, quien se haya quedado a tus hijos, los trate con cariño, tal y como harías tú.
Dejando de lado la "metáfora" esta, seguro que alguna vez en tu vida has estado un día, dos, incluso tres sin dormir. ¿Cómo te sentías? Se han hecho varias pruebas al respecto. Ver cuanto aguantaba una persona sin dormir. Al quinto día, de un grupo, apenas el 15% seguía siendo capaz de hacer una simple multiplicación, un 20% ya no recordaba con facilidad su nombre. Una tercera parte salieron del estudio al tercer día. Cinco días. Un asiático murió tras estar unos 10 días seguidos jugando con un videojuego. Comió, bebió, fue al aseo, vamos, sus necesidades básicas. Pero no durmió. Diez días. Muerto. Una gallina aguanta entre seis meses y un año y medio. En raras ocasiones, llega a los dos años. Pero, siendo frívolos, ni siquiera juegan a ningún videojuego. Sólo comen, beben, ponen huevos, mean y cagan en el mismo sitio en el que respiran. ¿Imaginas los dolores que provocaría eso en tu cuerpo? ¿Tienes un plato de ducha en tu casa? ¿O una bañera? Imagina vivir ahí dentro. No sales, para nada. Cagas ahí, comes ahí, meas ahí, bebes ahí. ¿Agradable? Huele a rosas, ¿verdad? ¿Cómo lo llevas con sólo imaginarlo?
Y ahora, ¿qué prefieres? ¿Prefieres ser un toro de lidia o una gallina ponedora? No creo que sea necesario que contestes. Estás hecho un toro. O una tora, como lo prefiera Bibiana.
No estoy a favor de las corridas de toros. Me parece un claro símil de lo que es España. Esto es lo que nos representa fuera de nuestras (estúpidas) fronteras. Me parece patético que haya gente que paga por ver como asesinan a ese animal cuando, ni pagándoles irían a un matadero a ver a un toro siendo descuartizado antes de verlo en su carnicería "de toda la vida". Y así nos va en este país, que todo está bien cuando queremos que esté bien, pero si no nos viene bien ese mismo acto, está mal. ¿Chaqueteros? No, eso implica el tener que quitarse una prenda y ponernos otra. Lo que somos es peor que eso, es más rastrero que ser chaquetero. Aquí cada cual va a su puta bola, pasamos de los demás, nos importa única y exclusivamente lo que nos pasa a nosotros mismos. Si a mi me va bien, todo va bien. Si alguien protesta por las corridas de toros y yo quiero ser un revolucionario que cambiará la historia, despotricaré contra las corridas, iré a manifestaciones (si tengo tiempo entre crítica y crítica en los foros taurinos) y creeré que estoy salvando algo. Tras la manifestación (si he ido), iré a un bar y pediré unas alitas de pollo y un par de huevos fritos...
Y mientras tanto, nuestra ministra de todos esos medios, se preocupa por un puto pulpo. Eso sí, gracias a Paul.