No se si lo habéis leído. En Reykjavíc han elegido a un nuevo alcalde. Un tipo que, a pesar de la extravagancia de la que hace gala, como ahora veréis, es el político más honesto del que he tenido noticias en los últimos años. Y el más inteligente en lo que a su política de gobierno se refiere.
No sabe ni cuantos concejales (o cual sea la definición islandesa) ha obtenido. No sabe de economía. No sabe nada de política. O bueno, eso al menos es lo que dice. Le tomaré la palabra y la daré como cierta. Tengo que apuntar que este hombre es humorista. Sí, como si Los morancos fuesen alcaldes de Madrid (por su propia integridad física espero que no se les ocurra salir de su estúpido papel). En fin, que ahí está, todo un alcalde de la capital de uno de los países más avanzados del mundo. En cualquier sentido. Bueno, casi cualquiera. Alguna pega debe tener Islandia. Hace frío y hay volcanes, supongo.
El caso es que, preguntado acerca de cual será su política económica, responde que tiene a expertos que se encargaran de ello. En su campaña tuvo un lema un tanto incongruente, pero impactante. "Sólo prometo cumplir la promesa de que no cumpliré ninguna promesa".
Pero en España... Ay España... Tenemos un presidente que lo primero que hizo al ser elegido, fui incumplir una promesa electoral. Así de fácil. Con dos cojones. Llego y me cago en todo lo que he dicho durante los últimos meses. Dijo, hasta la saciedad, que lo primero sería sacar a las tropas de Irak (o Iraq, como prefieras). Sin embargo, lo primero fue la ley de violencia de género (aunque debería llamarse "Ley de violencia del género masculino contra el género femenino", pero era demasiado pensar), que me parece de puta madre una ley de este tipo (aunque mejor si fuese un poco más igualitaria y no tan secesionista, la han dejado a medias y ahí sigue seis años después), pero la primera ya nos la dieron en la frente.
¿Y los del otro "bando"? No dejan de decir que ellos saben de todo, que ellos no harían tal o cual... Muy bien, dad ideas y demostradnos que no tenemos que elegir entre dos mierdas pestilentes a la hora de votar, demostradnos que si os votamos, será mejor el remedio que la enfermedad, porque, por el momento, ir a votar es como tener que elegir entre un cáncer de colon o un cáncer de pulmón. Votemos lo que votemos estaremos jodidos, de un modo distinto, pero jodidos igualmente.
En España, estamos en constante campaña electoral, cuatro años de campaña seguidos de unos meses de más campaña electoral. ¿Se piensa en el bienestar social? NO. Aquí se piensa en hacer ruido del modo que sea para que elijamos a uno u otro en las siguientes elecciones. Y cuando se hace algo impopular es por miedo, se hace bajo amenazas y coacciones por parte de otros países. Como con las super reformas recientemente aprobadas. Eso de que un partido de izquierdas (perdón, que me da la risa al decir que el PSOE sigue siendo de izquierdas) haya recortado nuestros derechos, es de traca. Bueno, nuestros derechos, nuestras pensiones... Con lo fácil que era dejar de dar esos 420€ extra cuando se acaba el paro... Anda que no iban a ahorrar. Pero, vaya, si no se les dan esos euros, estos sí que saldrán a la calle, no como los jubilados. Van encajando las piezas. ¿Y los funcionarios? Que les jodan. Han perdido poder adquisitivo año tras año por no subirles el sueldo según lo que marca la ley, pero ahora, además de no subirles el sueldo, se lo bajamos. Bien... Aplausos. Y se sube el IVA. Más aplausos.
Demos una pequeñísima clase de economía. Si yo quiero ganar más a través de los impuestos, tengo que impulsar el comercio, del modo que sea. Tengo que aumentar el gasto de la sociedad. Hasta aquí, totalmente lógico. Pero si le bajo el sueldo a la gente y, además, le subo los impuestos... ¿Cómo van a gastar más?
Al menos en Islandia, en Reykjavíc, el alcalde es humorista de profesión y, lo haga como lo haga, no ha engañado a nadie. Ha sabido, como Ford, rodearse de personas que dominan cada campo de su labor para que le ayuden. Si lo hace mal, todos pensarán que es culpa suya por votar a un cuenta chistes. Si lo hace bien, le aplaudirán por su gestión. Aquí... Nos hacen creer que son personas válidas y no son más que humoristas de tercera que no sirven para nada. Joder, ni tan siquiera son fotogénicos...
y tan baja joder!!!!
ResponderEliminarabrazos
Bueno Nat, yo tengo tanta confianza en nuestros políticos,que estoy seguro que, si se lo proponen (bueno, y aunque no lo hagan), seguro que consiguen caer más bajo si cabe.
ResponderEliminarQue al menos sirvan como entretenimiento para sus votantes, algo bueno tendrían :)