¡Que pesao este tío con lo del Ministerio de Igualdad!
Si así piensas, no necesitas seguir leyendo, porque de eso va este texto, del Ministerio de Igualdad. Si te gusta lo que escribo, ya sabes, sigue leyendo.
Hoy he llamado al 016. Ya sabéis, el número de teléfono de ayuda contra el maltrato. He leído y releído el texto que hay en el anterior enlace. Una vez, dos, tres veces y no se cuantas más. No he visto referencia alguna a los hombres maltratados. De hecho, en toda la web (sí, entera) de dicho ministerio, si ponemos una búsqueda que indique "hombre maltratado", sólo hay una triste referencia. Y más triste que la cantidad de referencias, es la referencia en si misma. Enlaza a un artículo de la revista Quore en la que se entrevista a una mandamás de dicho ministerio (este enlace). En dicha entrevista, al ser preguntada acerca de que pasa con los hombres maltratados, dice que...
"La violencia de género se ejerce sobre la mujer, como dice el artículo 1 de la ley y otra normativa internacional, pero vamos a poner en marcha, a lo largo de 2009, un servicio de información y atención dirigido a los hombres"
Es increíble como tan pocas palabras destilan tanta hipocresía. Porque, pensemos un poco en ello. Violencia DE género. No es "violencia CONTRA un género", tampoco es "violencia DESDE un género", ni se llama "violencia de UN género". No, es sólo DE. O son realmente imbéciles y no tienen ni puta idea de lo que es el idioma que hablamos, vamos el castellano, o sencillamente son idiotas funcionales.
Según esta parodia de ley, si un hombre heterosexual que mantiene una relación con una mujer y la maltrata, todo el peso de la ley caerá sobre él. Ahora bien, si una mujer heterosexual que mantiene una relación con un hombre y lo maltrata, caerá sobre ella el peso de la ley, sí, pero el de la ley de agresión de cualquier tipo, como una agresión en la calle a un desconocido. Pero esto no es lo más sangrante. Lo más sangrante es que si en un una pareja homosexual entre dos hombres, uno maltrata al otro, el maltratador está jodido. Si es una pareja de mujeres homosexuales, esta ley de violencia de género, no las protege. Manda cojones.
Según esta ley electoral, si mi pareja se inventa un maltrato por mi parte, estaré en el calabozo un par de noches. Sin pruebas, sin nada. Sólo su palabra. Si es ella quien me maltrata a mi, aparezco en comisaría con la ceja abierta y denuncio, lo tratarán como un caso de violencia cualquiera. O todos estos casos forman parte de la violencia doméstica (o sentimental, como queramos llamarla que sea etimológicamente más correcto), o todos quedan excluidos. A menos que lo que queramos sea obtener rédito político a través del voto femenino...
El teléfono que mencionan que crearían el año pasado, por supuesto, sigue sin existir. Ni tan siquiera tienen un plan de acción en caso de maltrato hacia un hombre heterosexual (no hablemos ya en casos de relaciones entre dos personas de un mismo sexo). Como decía al principio, he llamado al 016.
He contado un caso vivido en el pasado como si me hubiese ocurrido hace pocos minutos. Sólo han sabido decirme que vaya a la policía a denunciar. He querido saber si iban a sacar a esa persona de mi casa o al menos iban a evitar que yo estuviese a su alcance durante unos días. Es imposible que esto suceda (a menos que me apuñale, me dispare, me hiera de extrema gravedad...).
Ahora imagino si, cuando esto sucedió (fue una gilipollez, pero una gilipollez suficiente para enviar a un hombre al calabozo y multarle al tiempo que se le deja con antecedentes penales), hubiese cogido a esta chica y la hubiese echado de mi casa. El cabrón hijo de puta hubiese sido yo. Y si ella me hubiese denunciado, aunque sólo fuese por echarla de mi casa en plena madrugada, el perjudicado hubiese sido yo. Y esto teniendo en cuenta que el único acto de violencia por mi parte, fue golpear un interruptor para desahogarme tras su primer golpe.
Sí, soy un hombre. Sí me han pegado. Y no he hecho nada al respecto. ¿Soy una nenaza? Si es así, soy igual de nenaza que la mujer que permite que la maltraten. Y no lo digo muy a la ligera, se bien de lo que hablo, una familiar muy cercana ha estado en el hospital en más de una ocasión por malos tratos por parte de sus parejas.
También se puede decir que un hombre está por encima de estas cosas. Igual que un hombre podría estarlo (que lo dudo), una mujer también debería poder, ¿cierto? ¿No pedimos igualdad porque decimos que somos iguales? Pues venga, igualdad para todos. ¿No es acaso eso lo que busca ese ministerio?
Pero dejemos de lado aquello, sucedió, lo permití y se que hoy en día, si sucediese, esa persona acabaría fuera de mi casa en ese mismo momento. De todo vamos aprendiendo.
Vemos como este puto ministerio de pacotilla, junto con las hordas de asociaciones que les siguen (a la vez que reciben jugosas ayudas económicas), no buscan una igualdad real. Buscan resolver sus propios problemas. Se que hay niveles en los que el machismo de mierda evita que las mujeres lleguen a ser directivas, o a ocupar puestos de alta responsabilidad. También tenemos los datos de los estudios universitarios. Son más los hombres que estudian para conocer el mundo económico y empresarial que mujeres. Parece lógico que hayan más hombres que mujeres en puestos directivos. Igual que son más las mujeres que estudian enfermería. Pero nadie pone el grito en el cielo porque hay más mujeres enfermeras que hombres enfermeros. A esto se le llama hipocresía (hay mucha en estos ejemplos).
Esas asociaciones que mencionaba antes, son incluso más dañinas que el propio ministerio. Si algo lo hace un hombre, está mal. Si algo lo hace una mujer, está bien. Da lo mismo que el acto sea el mismo, da igual que ambos hayan actuado de igual modo en las mismas circunstancias. Mujer, bien. Hombre, mal. Veamos un ejemplo gráfico:
No es necesario comentar mucho más al respecto, al autor de la viñeta lo representa fielmente.
Y por otro lado, tenemos lo de la discriminación positiva. Me parece bien, hasta que se normalicen los números. Pero de ahí a realizar diferentes pruebas según seas mujer u hombre... Vaya... Buscamos la igualdad, pero promovemos la diferencia. Hablo de las pruebas para ser policías, bomberos, militares... Me decía un conocido (homosexual para más señas), militar, que no entiende porque a las mujeres se les exige menos en las pruebas físicas de acceso y en el resto de pruebas físicas que van realizando. Cuando a él le piden que, por ejemplo, corra cinco kilómetros en media hora, a sus compañeras femeninas, les dan 40 minutos. O a la hora de levantar peso. Pero no le molesta que les exijan menos en las pruebas para que puedan acceder al ejército o la marina. Lo que de verdad le molesta es que quizá un día él se vea en un conflicto bélico y sea alcanzado por una bala, una bomba... Y una de esas mujeres que no han tenido que levantan los 70 kilos que él pesa para ingresar en el ejército, tenga que ser su última esperanza. Vamos, que como ella no sea la mejor francotiradora de la historia, perderá sangre, y sangre y más sangre. O eso, o tendrá que moverse por si mismo. No es justo.
Este ministerio, o mejor dicho, su nombre, está bien. Pero como igualitario, debería promover la meritocracia, no el facilitar a unos perjudicando a otros. Sucede lo mismo en Estados Unidos, donde por ser negro, chino o hispano, como tienen que cumplir unos cupos, tus pruebas de acceso son más fáciles. Seas hombre o mujer.
Imagino, caso típico, a un asesino que huye de la guardia civil. Corren. Si quien persigue al asesino es un hombre, ha tenido que correr un kilómetro en, digamos, tres minutos. Si es una mujer, ha tenido que hacerlo en cuatro minutos (desconozco los datos concretos, pero no son iguales ya). ¿Acaso el asesino va a girarse para ver bien quien le persigue y correr más o menos? Me parece que ese asesino va a correr tanto como pueda para escaparse. Pero habrá más posibilidades si quien le persigue, sea hombre o mujer, está preparado para correr más que el malhechor.
Pero da lo mismo. Da igual que se denigre al hombre "porque ya es hora de darles lo que hemos sufrido nosotras", como si quien dice eso hubiese vivido durante la dictadura... Ni yo la he vivido, por lo que no tengo porque pagar las consecuencias, ni ellas lo han vivido, por lo que no hay motivo para compensarlas.
Pero claro, fijémonos en las mujeres que pertenecen a esos ministerios, a esas asociaciones. Y ahora fijémonos en las mujeres que abogan por la verdadera igualdad. Comparémoslas. No resulta demasiado complicado establecer las diferencias.
Y, por suerte, son muchas más las mujeres que abogan por la igualdad de oportunidades, que las que abogan por la compensación. Como son más los hombres que abogan por la igualdad, que los que marcan las diferencias entre hombres y mujeres (vamos, machistas). Por desgracia, ambas mayorías no hacen el suficiente ruido. Quizá porque pedir algo natural, algo que debería ser la norma, algo que no escandaliza en modo alguno, no interesa. Si no hace ruido, no interesa, no sale en las noticias, no lo leemos en los periódicos y, por supuesto, no no aumenta los votos recibidos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario