¿Conoces a mucha gente que meta la pata, que haga algo mal... Y que pida disculpas por ello? Venga, a algunas personas sí que conoces, seguro. Pero, ¿qué hace la mayoría? Tirar balones fuera. Si fuese un deporte, campeones siempre, se nos da de fábula.
Pero hoy no toca política, dejemos que descansen un poco los pobrecitos. Hoy toca dar un ejemplo de como no se hacen las cosas. O, mejor dicho, como no deberían hacerse.
El señorito Alejandro Valverde (ciclista) ha sido suspendido por dos años (bueno, uno y medio) debido a su implicación con el caso Puerto. Quien sepa de que va la historia del puerto ese, perfecto, para quien no, un breve resumen muy esquematizado.
Doctor encuentra modo de doparse sin que los pillen, varios equipos ciclistas al completo acuden a él, algunos ciclistas independientemente también. La Guardia Civil encuentra el chiringuito y encuentra bolsas de sangre de varios corredores. Una por una emparejan cada bolsa con su dueño. Menos una bolsa. A todos los sancionan por un año o dos años. Admiten su culpa. La bolsa que falta se nombra como "VALV-PITI". Piti es un perro que tuvo Valverde.
Esto pasó hace 4 años...
Alemania, Francia, Italia, Suiza... Todos cogieron por banda a sus dopados y les metieron un paquete. De todos ellos, sólo uno ha vuelto siendo un ciclista de los pies a la cabeza, de hecho, acaba de ganara el Giro de Italia.
¿Y en el país de las piruletas, digo, panderetas? Ah... mon amie... Spain is different. Aquí se acalló todo, se sancionó a los ciclistas que ni dopándose ganaban etapas y a los que ganaban... Pues ahí siguieron hasta que dieron positivo en cualquier carrera. Pero aún así, ni se les multaba como manda la UCI (Unión Ciclista Internacional), si se les consideraba como lo que son: TRAMPOSOS.
Al cateto de Valverde, bueno, ha tenido bula papal. Se ha dejado un pastizal en abogados. Le pidieron una y mil veces que se hiciese una prueba de ADN para cotejarla con el ADN de la sangre encontrada en la bolsa VALV-PITI. Se negó una y otra vez. No se que cojones entiende este tío por ADN en su pueblo, pero ADN tenemos uno cada uno, es irrepetible. Pues dice que se puede falsear. Con dos cojones. Igual eso de ADN significa "acho, dame naranjas" y no lo sabíamos.
La cuestión es que, a pesar de las más que infundadas sospechas (además, corría para "Kelme-Comunitat Valenciana", equipo que, sistemáticamente, dopaba a sus ciclistas), en una carrera en Italia, le extrajeron sangre y, vaya, el ADN de su sangre es el mismo que el de la bolsa que "no" lleva el nombre de su perro.
Y por sus santos cojones, lo niega. "Que no tío, que yo nunca me he dopado". Podemos estar de acuerdo, pongamos que nunca se dopó usted señor Valverde, pero cojones, admita que esa sangre es suya, pase un añito rascándose los huevos y siga con su carrera deportiva como tantos otros. Ahora, por gilipollas, se come dos años de sanción.
Después de haberse sospechado, comprobado, vuelto a comprobar y, como los peces del río, vuelto a comprobar, que esa sangre es suya y él erre que erre, "que no es mía" (con un acento raro hay que leer estas cosas), aún se queja de que haya de quien pida cuatro años de sanción y la retirada de todos los logros de los últimos 4 años.
Me recuerda (exagerando mucho) a esos desgraciados que salen en la televisión tras una desaparición pidiendo que "la niña" vuelva a casa porque la quieren mucho... Y luego resulta que esa misma persona es quien la ha violado, asesinado, troceado y tirado en bolsas de basura en distintos contenedores. Si ya es suficiente las ganas de matarle que tendremos con "sólo" ser el autor de ese crimen, si el desgraciado además ha estado engañándonos...
Pero el señor Valverde, qué carajo, es inocente. Esa sangre no es suya, porque él la vendió, así que ya no es suya. Y si cuela, cojonudo macho.
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