Por supuesto que va a bajar.
Fijaros en los meses de Abril de los últimos años. No hace falta ser un hacha en economía, ni en estadística. En estas fechas siempre baja el paro. Hasta que llega Julio/Agosto y vuelve a subir.
Aunque quizá este año tengamos suerte y realmente siga bajando la cantidad de parados en las listas del INEM (o como se llame en cada comunidad autónoma). Pero ¿realmente bajará la cantidad de parados? No. Lo que bajará es la cantidad de gente que recibe su prestación de desempleo.
¿Complicado o confuso? No tanto. Cada gobierno, del color que haya sido, ha contado siempre los números del paro como le ha salido de los cojones. Hay muchos modos de contabilizar a estas personas. Que, recordemos, son personas, no números.
Se puede contar a toda aquella persona que, en edad de trabajar, no tiene actualmente trabajo. Pero vaya, son muchos los estudiantes que, obviamente, no trabajan, que serían contabilizados. Así que eliminemos este modo de contarlos.
También podemos contar a todos aquellos que están en las listas del INEM, cobren o no prestación por ello. Pero esto tampoco nos beneficia. Mucha gente trabaja sin contrato y mucha más no recibe prestación alguna. Eliminamos también este modo de contar.
También podemos, a la hora de dar los datos del paro, dar sólo un dato, que ha bajado la cantidad de gente que ha pasado de estar con empleo a engrosar las listas del paro. Digamos que el mes pasado 50.000 personas quedaron en el paro, este mes 32.000 personas. Bien, como gobierno hemos conseguido bajar la cantidad total de PERSONAS que se han quedado en paro. Pero no nos cuentan cuanta gente ha conseguido un empleo, número que, por supuesto, sigue siendo menor. Entran más de los que salen. Por lo que el número de personas en paro, sigue aumentando. Pero de esto, ni pío.
El sistema actual es el más chachi de los que he conocido. Se cuenta sólo a quienes cobran prestación por desempleo. Pero, ojo, quienes se están beneficiando de los 400€ mensuales de esa especie de prórroga, no cuentan. Quienes no perciben prestación alguna, no cuentan. Quienes han perdido su empleo pero no tienen derecho a prestación alguna, no cuentan. Mierda, algo me falla.
Si yo no he llegado a trabajar el tiempo necesario para acumular una mierda de prestación y me quedo sin trabajo, no es que no sea una persona para quien cuenta quienes trabajan y quienes no, es que ni siquiera soy un número. Así que no me cuenta y supongo un alivio para las cifras que ha de presentar a fin de mes.
Y parecían tontos cuando se les votó por segunda vez (aunque bueno, peor hubiese sido la alternativa). Listos son un rato. Cuando se trata de intentar salvar su trasero, en vez de sumas y restas, como debería ser, hacen ecuaciones de decimotercer grado (no se si existen, pero si no existían, ahora sí que existen) para que parezca que la cosa va mejor.
Pero, a todo esto. ¿A quien cojones le importa si sube o baja el paro? Porque al pringadillo de a pie, como tú, como yo, nos importa una mierda que suba o baje el paro. Lo que queremos es, o bien mantener nuestro trabajo, o bien conseguir un trabajo. Lo que queremos es pagar nuestras casas, nuestros coches, cojones, pagar nuestra comida y la de nuestros hijos (quien los tenga).
Entonces, ¿porque nos machacan con esos números? Digamos que en este país vivimos en constante campaña electoral. Populismo puro y duro, una suerte de Chávez o Evo Morales, en versión europea, española. Si todo va bien, dejo a la oposición sin armas y los pobres pardillos a los que intento hacer creer que trabajo por y para ellos, me vuelven a votar (por cierto, voy a modificar el tema de reparto de escaños y voy a permitir que estos y aquellos puedan votar, que son un nido de votos enorme) y sigo aquí en la poltrona tan a gustito.
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